nosotros somos inteligentes y personales, Dios no puede serlo. Él será una «superpersona», y tendrá «superinteligencia» (omnisciencia), pero no puede ser menos de lo que Él mismo ha creado. Es por esto que, aun casi sin saber lo que decimos, nos atrevemos a afirmar que Dios es un ser personal. Decir que Dios tiene personalidad no es reducirle a la categoría de un ser humano. Estamos utilizando un vocabulario que sabemos muy bien que no hace justicia a la realidad de Dios. Inevitablemente describe
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